martes, noviembre 28, 2006

Cena solidaria en La Coruña.

Como sabéis estamos organizando algunas actividades para recaudar fondos para nuestro proyecto ” Lápices para la Paz ”. Con dicho motivo hemos organizado en La Coruña el viernes día 17 de noviembre una Cena Solidaria en la que se presentaban dos proyectos junto al nuestro.La asistencia fue de 250 personas aproximadamente.
Cuando uno organiza algo así llama a los amigos para comentarles sobre el evento y los proyectos que se expondrán, responden siempre porque la amistad va unida a la solidaridad.
Muchos de ellos conocían algún proyecto pero no todos, sin embargo ahí estaban, apoyando a sus amigos en un acto de solidaridad.
Antes de comenzar la cena, cada representante hablaba de su proyecto. En cuanto al nuestro “Lápices para la paz” para Palestina me quedé muy sorprendida porque la gente no estaba muy al día de lo que realmente está ocurriendo allí.

En el transcurso de la noche, se acercó mucha gente para hacerme todo tipo de preguntas sobre lo que está aconteciendo en Palestina y sobre nuestro viaje.
La solidaridad se puede demostrar de muchas maneras pero hubo de entre todas, durante esta velada solidaria y agradable, una que me llamó mucho la atención: los camareros que atendían esa noche la cena decidieron no cobrar las horas de su trabajo, aportando así su granito de arena., algo que nos emocionó y agradecimos de corazón.

Los que estábamos en la organización, representando a los distintos proyectos éramos realmente una piña porque el fin es el mismo “ construir un mundo mejor “ .

La family estuvo presente allí apoyándonos no sólo con su presencia en la cena sino trabajando codo a codo con nosotros.

En nombre de Alicia y en el mío propio os damos a todos las gracias por vuestra solidaridad para que de alguna manera entre todos mantengamos la esperanza de un mundo en igualdad, en tolerancia, en justicia, en solidaridad.
Con todo nuestro agradecimiento y nuestro cariño.
Tu colaboración "Lápices para la paz":

La Caixa
2100.4179.93.2200045563
Concepto: Palestina “lápices para la paz”

"Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor"

Antoine de Saint-Exupery (1900-1944) Escritor francés.
Post Teresa

miércoles, noviembre 15, 2006

Perseverancia. Esperanza.

Imam al Hams, de 13 moría mientras se dirigía al colegio por disparos a bocajarro de hasta 20 proyectiles. Su caso adquirió una repercusión nacional e internacional. Su juicio en un Tribunal Militar, también. El acusado salio absuelto .

Rania Arram de 7 años fue asesinada mientras se dirigía a su colegio. Un disparo proveniente de un francotirador del ejército de ocupación, apostado sobre un tanque israelí, acabó con la vida de la escolar.


Alaa Naser de 12 años murió alcanzada por un disparo de un tirador de élite israelí que disparaba desde el tejado de una de las casas que los militares ocuparon en la localidad de Beit Hanun, en el norte de la Franja de Gaza. La niña, Alaa Naser, recibió un tiro en la cabeza. El Ejército israelí dijo que fue un error del tirador que intentaba alcanzar a un miliciano que estaba cerca de ella.

Hadil Ghraben de ocho años falleció y otras 13 personas resultaron heridas al impactar un proyectil de la artillería israelí sobre su casa en la ciudad de Beit Lahiya (Gaza). Los trece heridos tenían edades comprendidas entre un año y 17 años y todos son miembros de la misma familia.

Con tesón, con perseverancia y firmeza, Imam al Hams, Rania Arram, Alaa Naser, Hadil Ghraben y tantos otros niños y niñas salieron de sus casas como un día cualquiera para dirigirse al colegio, a sus juegos, a su vida cotidiana. Y otros estaban en sus casas cuando les sorprendió la muerte. Estos actos ya son considerados como resistencia.

En cuanto a infancia se refiere, en Palestina casi 783 niños y niñas han muerto a manos del ejército israelí desde el año 2000.
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En algunas ocasiones alumnas palestinas son agredidas de camino al colegio por estudiantes judías como se ve en el siguiente vídeo. Con total impunidad. No por esto, dejan de asistir a sus clases.

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Esperanza.

Ahmed Al Jatib era un niño de 12 años que vivía en el campo de refugiados de Yenin en Cisjordania y que jugaba con un arma de juguete. Soldados israelís, creyendo que era de verdad, le dispararon a la cabeza y Ahmed murió al cabo de dos días en el hospital.El padre de Ahmed, salió en la televisión israelí. Dijo lo siguiente:
“He decidido donar los órganos de mi hijo en un acto de humanidad, en un mensaje de paz. Me da igual que sean implantados a un judío, a un druso o a un musulmán.Lo más importante es que el mensaje de que hay que frenar el asesinato de niños sea transmitido a todo el mundo.”

Se salvaron seis vidas.

Post Alicia

jueves, noviembre 09, 2006

Bitácora 2. ¡Quiero ir al colegio!


El trayecto comienza aquí en Hebrón, los niños comienzan su día yendo al colegio enfrentándose antes de nada a un check point, los soldados les advierten del peligro que supone pasar y les recomiendan que vuelvan a sus casas. Los niños intentan escabullirse de los soldados para pasar el control. El ánimo y espíritu de los niños llega a ser sorprendente. Los más mayores, lo intentan con más ímpetu, y algunos son arrestados, y aun así, todavía asoma a sus ojos la determinación y dignidad.

Lo que no cabe duda es que ni un solo niño ha quedado al margen de las consecuencias por hechos vividos bien directamente en su persona o por hechos de los que ha sido testigos.
Consecuencia de ello es que un 80% de las madres y padres palestinos da cuenta del cambio en la conducta de sus hijos, lo que los especialistas atribuyen al aumento de la tensión psicológica entre la población infantil palestina afectada por la violencia en la que viven de forma cotidiana, que viene a perjudicar su estabilidad emocional, su rendimiento escolar, su comportamiento, sus relaciones familiares y sociales, sus estándares éticos, y su visión de la vida que está completamente distorsionada.
Sólo en Gaza existen 11 centros de ayuda psicológica para los menores que necesitan superar traumas; traumas que por otra parte les acompañarán durante el resto de sus vidas.

Un 55% de los niños y niñas palestinos ha sufrido el terrible impacto de ser testigos de la vejación y humillación de sus padres por parte del ejército israelí, lo que les supone un tremendo golpe psicológico en términos de desolación, miedo y frustración al comprobar que sus padres son personas vulnerables que ya no pueden protegerles. Un 80% de la población infantil Palestina ha vivido en primera persona la demolición de su propia casa o la de un ser querido, amigo o familiar.
Es encomiable el mérito de estos niños y niñas, adolescentes y jóvenes palestinos que acuden cada día a los centros de estudios pese al ambiente en el que viven y es que la mayoría de las familias cuenta con algún muerto, herido, o detenido entre sus seres queridos; viven bajo el umbral de la pobreza, sus casas han sido destruidas o dañadas de algún modo y en algún grado; han de ayudar -si no trabajar- para el sostenimiento de la familia y todo eso después de acudir a clase y hacer sus deberes; muchos de ellos ya han sufrido la experiencia traumática de la pérdida de un compañero, un amigo o un vecino por muerte violenta y siempre a manos del ejército de Israel; su alimentación es precaria y su vida no parece tener futuro.
Sin embargo, están convencidos de que la educación les permitirá cambiar su destino: la educación constituye para el pueblo palestino una forma de resistencia.
En las fotos se pueden ver a las alumnas quieren ir al colegio como muchas otras niñas de nuestro país pero no entiende por qué no pueden ir, y yo tampoco. VIOLAN LOS DERECHOS BÁSICOS, EL DERECHO A LA EDUCACIÓN.
Pese a que la IV Convención de Ginebra, en su artículo 24, establece el derecho inalienable de los niños a su propia cultura y educación, Unicef ha testificado como desde el comienzo de la segunda Intifada alrededor de 1.300 escuelas han sufrido serios problemas de índole diversa en su labor docente debido a los toques de queda, los asedios, los asaltos, los cierres y la propia destrucción de los edificios que albergan las escuelas y universidades.
Esta es la realidad. Niños y niñas enfrentándose a una ametralladora cuando se encaminan al colegio. Soportando valientemente la mirada del soldado que hace guardia, sin bajar su arma, mientras que abren sus libros e intentan no perder ese día de colegio.

"Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita...La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión [y] la tolerancia...
" Declaración Universal de los Derechos Humanos, Artículo 26. 1948.

"Velar por que [para el año 2015] los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria y por que tanto las niñas como los niños tengan igual acceso a todos los niveles de la enseñanza. "
Declaración del Milenio Párrafo 19. 2000.
Post de Teresa.

martes, noviembre 07, 2006

Bitácora 1. Tu infancia en Palestina.

Ser niño o niña en Palestina no es fácil. Imaginaros por un minuto haber nacido en Gaza. Imaginaros por un minuto no tener futuro. No tener nada salvo un atisbo de esperanza.
Nacer en un check point (pasos fronterizos que dividen los territorios entre Palestina e Israel), marca desde tu nacimiento, lo acotado que es tu libertad.

Palestina ha contabilizado 51 casos de nacimientos en check points del Ejército israelí. Sólo 22 madres salvaron la vida de sus bebés. En los 29 casos restantes, los recién nacidos murieron a las pocas horas.

Despertad con el sonido de la guerra, con el sonido de la grúa que viene hacia a ti y a tu familia, para derribar tu casa, tu hogar.
Las autoridades israelíes llevan decenios aplicando la política de destruir las viviendas de la población Palestina en todos los Territorios Ocupados.
En el informe Bajo los escombros: demolición de viviendas y destrucción de tierras y bienes, de Amnistía Internacional. denuncia que desde el año 2000 la destrucción que el ejército israelí lleva a cabo ha alcanzado un grado sin precedentes y ha afectado también a extensas zonas de tierras de cultivo y otros bienes. Decenas de miles de palestinos han quedado sin techo y en la indigencia.

Imaginaos tener 12 años en Gaza. Sois el punto de mira de los militares israelíes. Ya os consideran como adultos para dispararos.
El 52,4% de los habitantes de Cisjordania y Gaza tienen menos de 17 años. Su incremento es de un 3,5% anual, y el de fertilidad, el 5,9% por pareja. Los índices de mortalidad infantil son de 25,2 cada mil nacimientos.
Te imaginas por un minuto ¿no poder ver más a tu padre, a tu madre o a tus hermanos porque pueden dispararle un francotirador o que una bomba caiga irremediablemente bajo tu familia?.
Imaginaos dormir bajo la cama pues el terror inmoviliza tus brazos, tus piernas. Un auténtico pavor a los tanques, a las bombas, al asedio.

Los niños palestinos están viviendo en un entorno repleto de traumas como son, la muerte, heridas, ser testigos de la violencia, bombardeos y demoliciones de sus casas. Estos eventos traumáticos afectan a todos los aspectos de la vida de los niños, incluyendo su estado mental.
Los estudios del GCMHP(the Gaza Community Mental Health Programme ) encontraron que 54.6% de niños palestinos viven en áreas que son bombardeadas o atacadas comienzan a desarrollar síntomas agudos del (PTSD) Síndrome de estres postraumático.
Adicionalmente, se descubrió que el 13.3% de los niños están sufriendo de otros problemas mentales y conductuales como son desordenes en el sueño, hiperactividad, trastornos del lenguaje, falta de concentración y comportamiento agresivo. Además, el 36% de los niños que viven en áreas de enfrentamientos y bombardeos sufren de enuresis.

Puedes esquivar las balas cuando te diriges al colegio, mientras que caminas custodiado por militares, bajo el peso de tu mochila, de escasas pertenencias, mientras temes a las vejaciones que los colonos te infligen a ti y a tus compañeros de clase, casi a diario con la excusa de que pasas por sus propiedades.

Un tercio de los niños en edad de escolarizar tienen a diario dificultades para llegar a sus clases, según asegura Unicef.
Los índices de aprovechamiento de los alumnos han descendido drásticamente; por ejemplo, el número de estudiantes que suspenden los cursos de matemáticas ha pasado del 35% al 68%.

Los niños y niñas palestinos necesitan vivir en paz. Para educarse en tolerancia. El proyecto “Lápices para la paz” está basado en la educación, a vivir en paz y a despreciar el odio. A creer en la igualdad, en el respeto y en la solidaridad.

Tu colaboración para este proyecto:

La Caixa
2100.4179.93.2200045563
Concepto: Palestina “lápices para la paz
"No tenemos en nuestras manos la solución a los problemas del mundo, pero ante los problemas del mundo, tenemos nuestras manos".
Post de Alicia

miércoles, noviembre 01, 2006

El comienzo. Rumbo a Palestina.

El proyecto LÁPICES PARA LA PAZ consiste en llevar a colegios y guarderías material educativo tan necesario para los niñas y niños palestinos que viven en situaciones más que conocidas, de pobreza, asedio continuado y opresión por la ocupación israelí. Palestina sufre un gran colapso económico y social y muchas escuelas han sido dañadas o destruidas.

Estas escuelas carecen de material escolar y educativo básico. En los últimos años, cerca de 1.300 escuelas han sufrido interrupciones debido a los toques de queda, los asedios y los cierres.

Teresa y yo, Alicia, después de dos aproximados largos meses de trabajo, contactos, y aproximaciones a Organismos e Instituciones, nos vamos a ir a Palestina para llevar a cabo este hermoso proyecto que nació en el blog de Hernán Zin.

Hernán Zin es escritor y periodista freelance que recorre el mundo para dar voz a los excluidos, los marginados, ayer en Sudan, Palestina, en el Líbano, mañana en Irak. Es autor de varios libros, Un voluntario en Calcuta de Ediciones Temas de Hoy, Helado y patatas fritas de Plaza y Janés, y último hasta ahora La libertad del compromiso, también de Plaza y Janés. Gracias de nuevo Hernán, por traer la cruda realidad a miles de conciencias adormecidas en este mundo tan deshumanizado.

Estamos contentas, ilusionadas. LÁPICES PARA LA PAZ es la forma en que intentamos aportar nuestro particular granito de arena. Con el dinero recaudado compraremos: lápices, bolígrafos, rotuladores, folios, cuadernos, gomas de borrar, sacapuntas, pinturas, papel charol y papel de seda, ceras de colores, estuches, plastilinas y reglas.

No nos cansaremos de repetir, a voz en grito: ¡Otro mundo es posible! De cada mujer, cada hombre dependerá un futuro mejor.

No presumimos de valientes, entraremos por Cisjordania, y una vez allí nos estarán esperando. Entre otros, Maha Nassa (educadora, ex prisionera política, miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina y de la Liga Socialista Palestina y presidenta de la Unión de Comités de Mujeres en Palestina) que nos ayudará en la distribución de dicho material en diferentes guarderías y colegios más necesitados de la zona, entre ellas, Gaza que se encargará de que les llegue dicho material escolar. Esta Asociación nos estará acompañando en todo momento en nuestra estancia, las 24h del día.

Al principio nos planteamos introducir material escolar físico que íbamos a recoger en España. Pero nos aconsejaron que el material, era prácticamente imposible introducirlo debido a las dificultades existentes en las fronteras que dividen los territorios entre Israel y Palestina.

Entonces, la opción más coherente dada las circunstancias era crear una cuenta corriente. Con la recaudación, iremos a Ramala u otra ciudad para comprar el material. Una vez adquiridos los cuadernos, los lápices, etc., es más factible que les llegue a los niños y niñas de allí amén de beneficiar a los comerciantes y sus familias.

La cuenta bancaria, es a nombre de la ONG Infancia Solidaria, donde podéis ingresar, mediante transferencia o ingreso en efectivo, tu donación:

La Caixa 2100.4179.93.2200045563

Poned en concepto: Palestina “lápices para la paz” (esto es muy importante cuando realiceis el ingreso).

Y todo aquel quien quiera, una vez realizado el ingreso, y a efectos de la desgravación fiscal del 25% de tu aportación, deberás remitir un correo electrónico a is@infanciasolidaria.org con tu nombre, dirección postal y NIF.

Post de Alicia