lunes, febrero 26, 2007

Jerusalén, el mundo occidental y turístico.

Nadia nos dejó en un autobús que iba derecho a Jerusalén. Parecía un poco triste, y hasta que no arrancó el bus no se fue.

En la ciudad nos esperaría Avir otra increíble mujer del Comité que fue la primera que nos fue a buscar en el aeropuerto Ben Gurion. Mujer libre, sin velo y llena de vitalidad.
Cuando nos dirigíamos a Jerusalén, pararon nuestro autobús: otro check-point. No sé realmente si llegas a acostumbrarte a esta tensa vigilancia. Nosotras, que vivimos en libertad, nos parece admirable la paciencia que tienen los palestinos que pueden permanecer horas interminables en este tipo de controles.

Un militar entro dentro y estuvo pidiendo el pasaporte a todos los que estábamos allí. Un autobús repleto de palestinos jóvenes y nosotros. Vieron nuestra nacionalidad y haciendo bromas sobre diferentes equipos de fútbol españoles, nos dieron vía libre. Es curioso como un deporte une personas anónimas.


El paisaje cambiaba a media que nos acercábamos a la ciudad. Carreteras bien asfaltadas, bien delimitadas. Edificios grandes, infraestructuras perfectamente conservadas, como cualquier otra ciudad. Parecía mentira que estuviésemos a pocos kilómetros de territorio Palestino, donde el tiempo se ha parado hace años, dejando a su suerte algunos edificios, comercios, calles. Y así, de repente, de nuevo en el mundo occidental, con aparente tranquilidad en sus barrios y plazas.

Jerusalén...ciudad santa donde la hubiera, aquí conviven judíos, musulmanes y cristianos. Era jueves, sabíamos que no nos encontraríamos disturbios por las obras que están haciendo los israelíes desde el pasado martes. Son unas obras destinadas a construir un nuevo camino que conduce a la explanada de la mezquita. El lugar es considerado sagrado tanto por judíos como por musulmanes. En el caso de los primeros, porque sitúan allí su bíblico templo, y los segundos porque creen que es el sitio desde donde el Profeta Mahoma ascendió a los cielos, por lo que lo convirtieron en su tercer lugar de peregrinaje más importante.
La pasada semana estallaron disturbios que se extendieron a las avenidas vecinas de la Ciudad Vieja de Jerusalén, así como al puesto de control de Kalandia, al norte de la ciudad. La policía disparó granadas y lanzó gas lacrimógeno contra los manifestantes que arrojaban piedras, a la vez que se evacuó a los creyentes judíos en la Plaza del Muro de los Lamentos, adyacente al Monte del Templo.
Abul nos dice que mañana viernes pasará otra vez. Todo el mundo lo sabe. Los viernes es un día festivo para los musulmanes y se organizan para reivindicar la ofensa que supone hacer obras en un lugar sagrado.

Entramos por la puerta de Damasco y paseamos por el Zoco de la ciudad antigua, un crisol de colores, aromas a especias que nos transportaban al pasado. En esas callejuelas se mezclaban mujeres palestinas vendiendo frutas, verduras, militares israelíes y turistas. Era increíble. Pudimos observar que había infinidad de cámaras y militares apostados en lo alto de la muralla.

Nos sorprendió una granizada de impresión en el Muro de las lamentaciones. Curiosamente los judíos que rezaban allí, ni se inmutaban, seguían con su monótono movimiento, como si estuviesen en otro mundo. Como los cristianos, miles de fieles que se arrodillaban y besaban el santo sepulcro. Cada persona expresaba su fe de forma diferente, y en Jerusalén hay una convivencia con todas estas religiones, tan diferentes entre ellas, pero con un significado común: todas son religiones monoteístas. Ojala la tolerancia y el respeto siga siendo posible.
Ese día tuvimos un encontronazo en la calle que iba a las mezquitas musulmanas. Intentamos visitar la Mezquita de la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al - Aqsa ("la remota"), donde anteriormente se produjeron los disturbios. Pero fue prácticamente imposible, aunque pasamos el primer check-point, al segundo nos denegaron la entrada. Nos dijeron que era por nuestra propia seguridad. Sólo conseguimos una foto de la Cúpula de la Roca a lo lejos. Un lugar que anteriormente estaba abarrotado de turistas y curiosos, ahora permanece en silencio, desierto.

Los militares israelíes estaban tensos y algo nerviosos. Chicos jóvenes, obligados a hacer la mili, tanto mujeres como a hombres, durante tres largos años.

Por tanto, en ese país todos los niñ@s entre 18 y 21 años están en el ejército. Y después a estudiar en la Universidad. Muchos están aburridos, cabreados de su suerte, apostados horas y horas de pie mientras podrían estar divirtiéndose con sus amigos en cualquier bar. Nos preguntaron de dónde éramos. Y ellos, sintiéndose afortunados por entablar una mínima conversación nos contestaron:- “España amigos!!¡Real Madrid!¡ Barça!"- Nos decían, haciendo otra vez alusión al fútbol, mientras sujetaban sus M16.
Después de unas horas, les encontramos de nuevo con unas chicas en el puesto de control, paliando por un momento el aburrimiento.

Cenamos en casa de Avir. Conocimos a su espléndida familia. También a otra “abu” que nos regaló a ambas unos vestidos tradicionales palestinos. Nos sorprendieron sus bordados y sobretodo, la generosidad una vez más de estas gentes, que por muy pobres que sean, lo dan todo. El marido de Avir nos llevó de vuelta a Ramallah. Pasamos el túnel del tiempo otra vez en el check point de Kalandia.

Al pasar el puesto, grandes bolsas de agua inundaban la carretera. Todo estaba anegado por la lluvia. El sistema de desagüe dejaba mucho que desear y el agua se filtraba en algunos coches.
La noche se impuso, y el cansancio hizo mella en nuestros rostros. Otro día increíble. Y así, contentas llegamos al hotel.


12 comentarios:

Anónimo dijo...

"Cenamos en casa de Avir. Conocimos a su espléndida familia. También a otra “abu” que nos regaló a ambas unos vestidos tradicionales palestinos " . Desde luego queda patente una vez mas ,la gran generosidad y hospitalidad de los palestinos, allá por donde habéis ido os han abierto sus puertas y sus corazones, una gran gente...,es una tremenda injusticia el asedio al que están sometidos;Ojalá algún día termine y puedan convivir en paz.

BESOS

Anónimo dijo...

Nada como el descanso después del trabajo bien hecho...os sigo amigas...

Anónimo dijo...

impresinante y seguro q para vosotras, tremendamente enriquecedor en todos los sentidos

y un pueblo alucinante el palestino...mi respeto y mi admiración

os quiero, ross

Mar dijo...

Que lujazo guapas , gracias una vez mas por ese apoyo solidario a esta tremenda causa

besos ;)

Anónimo dijo...

Me encantan vuestros relatos verídicos, las fotos con las que acompañáis esas vivencias, y no hablemos del a música que te estremece más aún al leerlo.... Me gustan mucho fotos como la primera, donde se aprecia la sonrisa de los niños, que aun así, sonríen e intentan ser felices.... Pena me da al ver llorar un niño de acá, porque su padre que le adora no le compra un caramelo.... En fin... Que no me cansaré de apoyar vuestra página y felicitaros por estos relatos...
Os brindo un nuevo voto y espero que podáis conseguir una mayor difusión de vuestro mensaje a través de este concurso...

Un beso muy fuerte para todos los que componéis Lápices para La Paz!...

Anónimo dijo...

Jerusalem debe ser increíble, espero que algún día este país pueda ser visitado como se merece, en paz...

1 beso!

Anónimo dijo...

Me ha llamado la atención los soldados israelies. Es curioso ese "España amigos". Qué facilmente es asociar un pais con "amigo o enemigo". Lo mismo decían los libaneses cuando fueron las tropas españolas...

Si que debe ser precioso Jerusalen. Cuna de las más importantes religiones de la historia y curiosamente zona donde mas se contradice lo que se predica en ellas. La paz.

Anónimo dijo...

Ojalá, ojalá, esos lugares dejen de ser tan sagrados, tan codiciados, tan adulterados por el conflicto, y un día puedan estar repleto de transeuntes que se saluden amablemente.
Ojalá podamos verlo muy pronto.
Gracias por el testimonio.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Justo os iba a decir lo mismo que ha dicho Keku, así que me lo ahorro y así no nos repetimos :-)

Saludos!

Anónimo dijo...

coincido con el comentari de Kekú y con el de Ara(tu blog es magnifico)y al leer este post me transporto con vosotras y deseo que l@s niñ@ de Palestina pronto vivan en paz.

Anónimo dijo...

Contáis con mi apoyo diario en el concurso blog 20 para una mayor difusión. Ayer os voté y hoy también, no os lo digo todos los días, porque no quiero enturbiar el blog con comentarios insulsos y entupidos de este tipo...

Un saludo!!!

Anónimo dijo...

hoy he pasado el día con un amigo palestino.
Me decía que lo más terrible es que viven como humano una vida inhumana.
El mundo nos hemos acostumbrado a considerar normal, a que no "sea noticia" la situación de acoso y de encierro en la que viven.
Al que denuncia, lo consideran loco o persona non grata.
Los medios, no se si por cansancio o por presión, practicamente no hablan de la vida cotidiana, si es que puede llamarse vida, en que viven miles de árabes palestinos.
ESte amigo mío es mayor, y me cuenta que ahora el cuerpo le pide factura de tantos años viviendo con miedo. No quiere dejar JErusalén pero dice que aquí en Barcelona camina tranquilo sin mirar hacia atrás. Solo estará unos días , la semana que viene vuelve a su país Palestina y dice que la única forma de que se conozca la situación en la que viven miles de árabes es contándola la gente de "la calle"; porque se pregunta: después de tantos años durante los cuales los políticos han hablado de paz ¿se ha conseguido algo, o vamos cada vez peor?
De todas formas no hay solo pesimismo en su discurso, todo lo contrario, está lleno de esperanza, y con una sonrisa y un beso me dice: confío en vosotros, tenéis que hablar de nuestra situación, tenéis que comunicarla, y tenéis que venir a Palestina, apyarnos con vuestra presencia.
Y por eso yo, os doy las gracias.
Mª Esther Nur