miércoles, septiembre 26, 2007

La otra campaña de publicidad.

La ONG People in need, ha lazado una impactante campaña que nos muestra, con toque de ironía y doble sentido, las verdaderas necesidades que sufren la población africana.

En las fotos podemos ver personas reales que padecen a diario el drama del hambre, entre otros y nos plantea la verdadera diferencia del concepto “poseer” al “necesitar”.


Un bolso, 32 euros; comida para una semana, 4 euros.
Gafas, 24 euros; acceso al agua corriente, 8 euros.


Loción para el afeitado, 35 euros; básicos para una nueva vivienda, 6,50 euros.



Una cerveza 4,50 euros; 50 litros de líquido elemento, 1,50 euros.



Esta campaña me ha hecho pensar en el consumismo atroz que impera en media parte de nuestro mundo occidental.
Un consumo desmedido, incontrolable, casi obsceno. Lo que más duele es el desperdicio que hay con el tema de la comida.
Por poner un ejemplo.
Hay hipermercados españoles que destruyen cada año miles de toneladas de alimentos frescos. Carnes, pescados, frutas y hortalizas que en cuestión de días pasan de lucirse en los estantes y en almacenes de cámaras frigoríficas al vertedero de incineración.

Conservación obliga a sacarlos de la circulación en un plazo inferior al mes, pero los grandes almacenes acortan este periodo por motivos comerciales.
El despilfarro es tal, que sólo el volumen que desechó Carrefour en el año 2005, podrían haber comido unos 110.000 españoles durante un año entero.

El pasado año, los 150 hipermercados en España de la cadena francesa Carrefour generaron unos residuos perecederos que alcanzaron las 55.958 toneladas. Mientras que las sobras de alimentos frescos, líquidos y envases de los 153 centros de Alcampo supusieron unas 30.000 toneladas.

Son cifras que aumentan cada año. Alimentos frescos a punto de caducar se destruyen y no se donan basándose en medidas higiénicas cuando esta comida se podría aprovechar si diese tiempo, por ejemplo, a la ONG Banco de Alimentos que se encargarían de recuperar los excedentes alimenticios y a gestionar este despilfarro.

Pero falta una legislación solidaria que gestione estos alimentos, comprometiendo a Gobierno y diferentes organismos a actuar ante la sangrante realidad del consumo irresponsable, evitando así, que no se tire a la basura de forma indiscriminada cientos de productos aptos para personas necesitadas.

Y falta además una educación para el consumo que conciencie a la población a cambiar la mentalidad del “usar y tirar”, de conocer que tenemos que ser coherentes de lo que compramos ya que nuestra forma de consumir podríamos influir en la marcha de la economía mundial. Y eso sí que seria un gran paso en nuestra sociedad.

"La sociedad actual es cada vez más egoista, sólo interesa el éxito, el triunfo personal. Si puedes tener dos coches y sólo tienes uno, eres un completo imbecil. Ése es el criterio." José Saramago

....

Más : El libro Hungry Planet: What the World Eats trata de cómo la gente se alimenta en 24 países alrededor del mundo. 30 familias de 24 países, las cuales le proveyeron de una descripción de la comida que compraban durante una semana. El estudio está acompañado de fotografías de las familias comiendo o haciendo la compra, y de interesantes ensayos de reconocidos escritores y especialistas.What the World Eats (Planeta Hambriento – Que es lo que come el mundo) muestra retratos fotográficos de 30 familias de alrededor del mundo incluyendo Bosnia, Chad, Egipto, Groenlandia, Japón, los Estados Unidos, y Francia entre otros, rodeados de los comestibles que consumen por semana con el precio de lo que valen los alimentos en su país y el equivalente en dólares americanos. Peter Menzel y del escritor Faith D'Aluisio

lunes, septiembre 24, 2007

Todo fue mentira.

Fuimos a jugar al fútbol con mis amigos. Estábamos muy contentos porque había acabado la guerra con Israel, y aquí, en El Líbano, los mayores lo estaban festejando como podían: algunos se juntaban con familiares que se reencontraban, con vecinos y amigos, bebiendo Arak de una botella escondida bajo el suelo de casa y algún que otro dulce. Y a pesar del dolor permanente que se había instaurado en la cara de mi padre después de que mi madre muriese por falta de medicinas, ese día le vi feliz.

Se acabó la guerra! por fin hijo...por fin. Me decía agarrándome de los hombros.

Corrimos por los escasos terrenos cultivados hasta llegar a un descampado que lo llamábamos nuestro “pequeño estadio”. Una llanura reseca con porterías delimitadas con piedras que tuvimos que recomponer ya que los bombardeos de los meses anteriores había hecho que desapareciese no sólo las porterías sino que también existían unos agujeros en la tierra bastantes grandes.

Nada, en dos días nuestro pequeño estadio de fútbol profesional estaba listo.
Ese día estábamos impacientes por jugar. Con la guerra siempre permanecíamos escondidos, y con pocas posibilidades de ver la luz del día. ¡Teníamos tanto miedo!
Corríamos detrás del balón, como si nunca lo hubiéramos hecho, gritábamos como locos y saboreábamos la libertad. Ser niños otra vez. ¡Hay tantas cosas que nunca valoras hasta que las pierdes!

Entonces, me tiraron la pelota, tan lejos que desapareció de nuestros ojos. Justo cuando la encontré y me preparé para devolverla fué cuando entonces sucedió.

Algo estalló bajo mis pies.
Y mi mundo se desvaneció hasta convertirse en oscuridad.
Luego...no me acuerdo de nada, aunque me han dicho que estaba aún con los ojos abiertos cuando mis amigos fueron a buscar ayuda.

Mi padre me recogió y me llevó al hospital.
No sé cuantos días han pasado, pero cuando veo el rostro de mi padre creo que han sido muchos.
Él me destapa la sábana y una enfermera viene a curarme.
Y es ahí cuando mi padre comienza a llorar y a cubrirse el rostro con sus trabajadas manos.
No le oigo muy bien pero sé que me dice algo mientras me curan.

Entre vendas y más vendas veo que no tengo pierna izquierda, y la derecha está escayolada hasta la cadera. Apenas veo los dedos del pie, pero creo que los noto...
Siento mucho dolor en el estómago, tengo quemaduras por todo el abdomen, brazos y cara.
Y ahora sé que me engañaron. No había terminado la guerra, todos me mintieron. Porque mi verdadera guerra acaba de comenzar.
Todo fue mentira."

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Este niño sufrió amputación traumática de la pierna izquierda, pie derecho, múltiples fracturas, perforación de tímpano y grandes quemaduras de segundo grado.
Le estalló una bomba de racimo, una de las 1,2 millones de bombas que esparció el Ejército Israelí el verano del 2006.
Israel arrojó el 90% de las bombas en últimos tres días de guerra según la ONU. Centenares en campos de cultivos y zonas residenciales.

Más de 120 blogueros nos sumamos a la campaña de Francisco Polo desde su blog Cosasdeladiplomacia.info en contra de estas armas.

La presión de diferentes ONGs, blogosfera, Greenpeace, ha hecho que el Gobierno Español se comprometa por ley a promover y apoyar las iniciativas "que tengan por objetivo la restricción y, en su caso, la prohibición de las bombas de racimo, especialmente peligrosas para las poblaciones civiles".

Y así figura en una enmienda transaccional, a la Ley sobre el Control del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso. Es un primer paso, porque esta medida no supone la prohibición de su fabricación.
Sigamos con la campaña, sigamos caminando en el mismo rumbo y con objetivos comunes con la ilusión que nos da la fuerza de la información y de la unión.

viernes, septiembre 21, 2007

24 horas.



Hoy dicen que es el Día Internacional de la Paz.
Y por eso, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo hoy a todos los países y a todos los combatientes a respetar un cese de todas las hostilidades durante 24 horas, en ocasión de este día.
- "un respiro de 24 horas del miedo y la inseguridad que atenazan a tantos lugares…”

24 horas.
En estas 24 horas, me pregunto cuántos dejarán de apretar el gatillo.
Cuántos niños podrán dejar de oír el incesante ruido de las bombas. Cuanta gente podrá dormir. Y cuántos habrán dejado de llorar gritando no a la guerra.

Y sobretodo, me pregunto a cuánta gente habrá llegado este mensaje de la ONU. Un organismo que pierde cada vez más credibilidad a pasos forzados por méritos propios.

¿Habrá llegado a las calles de Afganistán? ¿A los campamentos de Darfur?
¿Habrá traspasado el infame muro que separa Israel de Palestina llegado a Gaza, “entidad enemiga” recién apodada por Israel y que en pocos días interrumpirán los suministros vitales de luz, agua y combustible…?

Sí. Hoy me han dicho que es el Día Internacional de la Paz.
Ojalá algún día, de verdad, podremos celebrarlo sin tener que poner una cantidad de horas, minutos, segundos…

jueves, septiembre 20, 2007

La frágil casilla del peón de ajedrez.

Cuando ya no son posibles los héroes solidarios, llega la vez de los héroes solitarios. A lo mejor, ahora que han muerto los dioses y los héroes con mayúsculas, la salvación está en el heroísmo con minúscula. En el peón de ajedrez olvidado en un rincón del tablero que mira alrededor y ve a rey corrupto, a la reina hecha una zorra, el caballo de cartón y a la torre inmóvil, haciendo dinero. Pero el peón está allí de pie, en su frágil casilla. Y esa casilla se convierte de pronto en una razón para luchar, en una trinchera para resistir y abrigarse del frío que hace afuera. Ésta es mi casilla, aquí estoy, aquí lucho. Aquí muero. Las armas dependen de cada uno…”

…” Me refiero a comprender que nacemos, vivimos y morimos en un mundo absurdo, que a lo más que podemos aspirar es a asumirlo mirándolo de frente, con el orgullo de quien se sabe peleando solo, hasta el final, solidario con aquellos otros peones que, como tú, libran su pequeña y pobre batalla en casillas olvidadas.
Y al final descubres que no es tan grave. Los hombres vagan perdidos hace miles de años, y siempre fue la misma historia. Lo único que los diferencia es cómo viven y cómo mueren.”

Hoy he recordado estas palabras, escritas por mi admirado Arturo Pérez-Reverte , cuando me he enterado del fallecimiento de Nicolai, un trabajador de nacionalidad rumana que se quemó 'a lo bonzo' frente al edificio de la Subdelegación del Gobierno en Castellón el pasado 4 de septiembre.
Sólo son palabras, lo se, pero no he podido evitar sentir rememorar la lucha de este trabajador que se armó de valor ante la desesperación más absoluta.
Luchando hasta el final en su frágil casilla de ajedrez.

La familia de Nicolai fue estafada por un mafioso rumano tanto en el trabajo prometido como en la casa en donde iban a vivir.
Le prometieron una vida mejor. No es que su vida fuera mala, pues tenía un empleo y una casa en donde vivir y su mujer se dedicaba a vender oro y plata.
Pero cuando llegaron a Castellón, se encontraron con una vivienda en ruinas y trabajando si cobrar durante meses. El mafioso les echó de la casa y estuvieron durmiendo en parques de la ciudad y sin nada que llevarse a la boca.
Nicolai ante la terrible situación decidió regresar a su país junto con su familia, pero no contaba con el dinero suficiente para el avión. Angustiado decidió como única arma de protesta, quemarse vivo frente las autoridades castellonenses.

Sin valorar que existen otras alternativas de protesta, este hecho es un reflejo de la penosa situación en que cientos de trabajadores, personas anónimas de diferentes nacionalidades pelean por llevar una vida digna muy lejos de su tierra. Algunos inmersos en trampas de cientos de mafiosos, traficantes de personas que sin ningún tipo de remordimiento, se aprovechan de la pobreza y de ilusiones para llenarse los bolsillos.


La Comisión Europea (CE) aprobó el ingreso de Rumania y Bulgaria el 1 de enero. Muchos rumanos ven cientos de expectativas para mejorar sus vidas trabajando en diferentes países de Europa, en especial Italia, España y Alemania. Algunas asociaciones rumanas no lo tienen tan claro porque dicen que el nivel de vida en su país mejorará y que regresarán a sus hogares.
Pero lo cierto es que en España a 1 de enero de 2007, había empadronados 525.000 pero, en la última década, su número ha aumentado un 250 por ciento. 57 provincias tienen más de mil rumanos residentes y son ya más de 400.000 los que cotizan a la Seguridad Social. Sólo en 2006 nacieron 8.666 niños de madre rumana.
Y las mafias siguen proliferando, ya sea en prostitución, tráfico de futuros trabajadores, drogas y extorsiones con diferentes y variadas modalidades.
Hay un estupendo reportaje de Olga R.SanMartín periodista de El Mundo que bajo el título de Vine para comerme el mundo y no puedo ni enterrar a mi padre”, nos relata el asentamiento ilegal de 2.000 inmigrantes rumanos al lado del acueducto Tajo-Segura, cerca de un pueblo de Albacete. Estos asentamientos me hacen pensar cuando, España, país de inmigrantes en la peores épocas oscuras, buscaban en Alemania, Francia, Suiza, Venezuela, Cuba... una esperanza para poder tener un futuro mejor. Y esto como dice bien Reverte, los hombres vagan perdidos como hace miles de años. Y siempre seguirá así.

Viendo otra vez a este hombre quemándose vivo, se hace más patente la fragilidad de nuestras pequeñas luchas individuales, a veces, desesperadas en este mundo en que vivimos tan absurdo y tan lleno de trampas y tenemos que hacerle cara con el valor del último esfuerzo...

"Ésta es mi casilla, aquí estoy, aquí lucho. Aquí muero. Las armas dependen de cada uno.."

martes, septiembre 18, 2007

"La guerra de los frágiles" teatro a favor de los corresponsales de guerra.

Muchos sabemos el inmenso valor de una noticia.
Y también del arriesgado trabajo de estar a pie de trinchera para captar una instantánea, un momento histórico y difundir la verdad de lo que sucede en un país asolado por la guerra y que de otra forma nunca conoceríamos la incesante violación de los Derechos Humanos, por ejemplo, en esas partes de nuestro mundo que algunos se empeñan en censurar.
El próximo jueves 20 de septiembre, “La Guerra de los Frágiles” de la compañía Teatre Arca rinde un homenaje a estos corresponsales de guerra, se acerca a sus reflexiones y vivencias que comparten con civiles y soldados atrapados por su destino, y se hace solidaria con la seguridad de los periodistas.
Dejo aquí la nota de prensa sobre esta obra de teatro que os animo a que acudáis a favor de la libertad informativa. Nos veremos allí.

Teatre Arca nace profesionalmente en 1979 y ha realizado más de 4.500 representaciones, recorrido todas las comunidades autónomas y países como Cuba, EE.UU., Francia, Nicaragua o Venezuela.
El humor, ácido a veces, negro otras, y casi siempre cínico, amortigua el horror de la situación en la que los reporteros de guerra están inmersos. Una obra que habla de sensaciones, de sentimientos y de la relatividad del destino que nos hace ser victimas o verdugos, observadores u observados.
“La Guerra de los Frágiles”, tragicomedia escrita con los periodistas Alfonso Armada (ABC y El País), Enric González (Premio Cirilo Rodríguez de Periodismo), Ramón Lobo (El País), Gervasio Sánchez (Heraldo de Aragón), el escritor Francisco González Ledesma y Reporteros Sin Fronteras, nos acerca a los corresponsales de guerra con un humor insólito, y sin nunca cerrar los ojos al entorno humano.

Si no lo contamos, no existe. Solo una prensa libre permite que se oigan las luchas.
En España y en el mundo, existe una infinidad de causas a defender y de luchas a las que sumarse. Catástrofes naturales, mujeres maltratadas, hambre, refugiados, niños soldados, tráfico de órganos. Pero solo una prensa libre permite a esas causas existir, ser oídas y situarse en primer plano, a fin de movilizar a la opinión pública. Solo una prensa libre permite hacer retroceder la injusticia, y denunciar situaciones inaceptables. Por eso, Reporteros sin Fronteras lucha diariamente desde más de veinte años por la libertad de prensa en el mundo, en los países sometidos a la represión, a la censura.

Las entradas del preestreno de “La Guerra de los Frágiles” apoyarán el dispositivo “Seguridad de los Periodistas” de Reporteros Sin Fronteras. El dispositivo incluye: un seguro con tarifa preferente para que los reporteros independientes cubran zonas en conflicto con una garantía asistencial; el préstamo gratuito de chalecos antibalas, cascos y balizas de localización GPS para los reporteros freelance; SOS Prensa, una línea telefónica de urgencia para los periodistas en peligro, disponible los siete días de la semana, las 24 horas del día; un programa de soporte de los periodistas en asilo en España y la creación del Observatorio de la Libertad de Expresión y de la Casa de los Periodistas en Andalucía.

Titulo: La Guerra de los Frágiles
Compañía: Teatre Arca
Autor: Jesús Roche - Director: Toni Albà
Intérpretes: Francisco Conde, Vicente Gil, Jesús Roche y Sara Sansuan
Fecha: 20 de septiembre de 2007
Horario: 19h30
Local: Auditorio CCOO de Madrid
Dirección: C/ Lope de Vega, 40
Venta: FNAC de Callao, Parquesur y Plaza Norte - Precio: 10€

domingo, septiembre 16, 2007

Hablemos de Irak.

Hace ya tiempo que no hablo de Irak, de esa guerra, de las víctimas, de sus familias, de la muerte que pasea sus calles impunemente…Es una guerra visualizada al día. La violencia en directo, mediática, que parece que grita pero ya se ha convertido en una penosa guerra cotidiana, atrozmente normal que pasa desapercibida.


*Foto de Ali Jarekji.

El sonido de las bombas en la tv carece ya hasta de ruido. Pero aunque duela, tenemos que seguir recordando ese país donde ha sido aniquilada su identidad desde los cimientos. Y desde nuestros espacios se hace necesario abrir una ventana a ese mundo tan lejano y tan cercano a la vez.
Ayer Bush anunció mediante un discurso televisado en horario de máxima audiencia la retirada de tropas en Irak. Serán unos 5.700 soldados y prevé la salida de 21,500 soldados en total hasta julio de 2008. Eso dejaría los efectivos de combate en el mismo nivel que en enero de este año, antes de que Bush ordenara el envío de batallones adicionales para “pacificar” Bagdad.


Bush además señaló que las tropas irán volviendo a EE.UU en función de los éxitos conseguidos en la región. "Cuantos más éxitos logremos, más tropas estadounidenses podrán regresar a casa".


Ahora la cuestión es pensar los éxitos que dice que ha conseguido. ¿Ha sido éxito los centenares de personas que mueren a diario de media, según los últimos datos de la ONU?. ¿Los más de 150.000 personas que han muerto desde el comienzo del conflicto en marzo de 2003?, ¿la pesadilla de 3.500 soldados estadounidenses fallecidos?. ¿El escándalo de los abusos cometidos por soldados estadounidenses contra prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraig?.

Estadísticas diarias, muertes anónimas, héroes desconocidos y cientos de desplazados.
Desde la incesante búsqueda de armas de destrucción masiva, allá por el 2003, sólo se ha canalizado los intereses petrolíferos e intereses armamentísticos. Quizás de eso habla Bush respecto a los éxitos.
*Foto Peter Nicholls. Primer premio foto Essay 2007. El horror de la guerra.

Bush continuó relajado, sentado, maquillado mientras decía: - "Estados Unidos y sus aliados luchan por la supervivencia de Irak". Añadiendo que el objetivo es conseguir un Oriente Próximo y un Estados Unidos más seguro.
La seguridad se traduce en el aumento de extremistas, radicales sunnitas, chiítas revolucionarios iraníes, kurdos, el grupo Baaz de Sadam, un excelente caldo de cultivo para las próximas generaciones y presentes, que han sufrido en sus almas el germen de la guerra y la destrucción sistemática de su identidad y de sus raíces.

Un caldo de cultivo que se extiende por todo Oriente Próximo, inexorablemente, afectando a sus jóvenes, a sus mujeres que cada vez pueden menos ver la luz de sol, trabajar, divertirse, independizarse. Un cáncer que odia todo lo que huele a occidental, amenazando de forma global. El miedo otra vez, utilizado gracias a la excelente docencia de Estados Unidos.

Bush habla de la supervivencia de Irak. Y resulta que Bagdad es una ciudad fantasma, fueron aniquilados sus archivos históricos y bombardeando varias veces la biblioteca nacional donde se han quemado un millón de libros. Casi un millar de intelectuales han sido asesinados. Irak ha sufrido un asesinato a su propia memoria historia, dejando un resultado de cenizas muertas que hablaba de antiguas civilizaciones como la asiría, babilónica, sumeria, persa y griega.

Y si os contaba la historia de Zahara, niña que sufrió un atentado bomba mientras iba a comprar al mercado y que está en España tratándose de las terribles secuelas, pues aún continúan los niños y niñas encerrados en casa sin poder salir al colegio ni a jugar libremente en sus barrios.

Quizás la salida de EE.UU del país es cuestión de tiempo, y se irán cacareando lo bien que lo han hecho, que han sido los libertadores, esos que hace décadas proclamaban la ansiada independencia de los tiranos mientras dejaban un triste paisaje de viudas y mujeres violadas junto con una tierra yerma plagada de cementerios.

Un reflejo de todo esto se llama Hometown Bagdad.
Tres iraquíes jóvenes nos cuenta su día a día. Grabando con una cámara de vídeo esa ciudad fantasma. Ellos siguen con el duro trabajo de mantenerse cuerdos en un mundo de locos. Sus vídeos son estremecedores.

Puede ser que otro reflejo es este documental: Irak for sale. Narra la historia de los sucesos diarios en Iraq, cuando las corporaciones van a la guerra. Del aclamado director Robert Greenwald, toma los relatos de las vidas de soldados, los conductores de tanques de guerra, las viudas y los niños a los cuales les han cambiado sus vidas por siempre como resultado del mercantilismo en la reconstrucción de Irak. El documental destapa las conexiones entre las corporaciones privadas que hacen una masacre en Irak y los responsables que permiten que esto suceda.

O también quizás otro destello de Irak es el mítico Juba. Un francotirador que se ha convertido en un as mediático para la insurgencia. Ha asesinado a cientos de estadounidenses.

Bush sigue erguido en su trono, habla pausado, con ganas. No hace un mal gesto, está todo estudiado mientras continúa: -"Ahora, gracias a la importancia del éxito que estamos viendo en Irak, podemos empezar a ver cómo nuestras tropas vuelven a casa. Algunos dicen que los logros que estamos consiguiendo en Irak llegan demasiado tarde. Están equivocados, nunca es demasiado tarde para eliminar a Al Qaeda y nunca es demasiado tarde para avanzar en la libertad". " Y nunca es demasiado tarde para apoyar a nuestra tropas en una lucha que pueden ganar."

miércoles, septiembre 12, 2007

Villa Esperanza.

Durante mi estancia en El Cairo os he relatado una mínima parte de la pobreza y de la situación que viven cientos de egipcios y que difieren mucho de lo que se está acostumbrado cuando oímos la palabra Egipto.
La otra realidad se escapa de las pirámides, de las momias y de las antiguas y apasionantes historias de los faraones.

Pero ante la adversidad siempre nos queda un último reducto que nos hace pensar en esa otra naturaleza humana que genera empatía hacia los más desfavorecidos, ayudando a los que más lo necesitan.
Os contaré de la estupenda labor de Villa Esperanza, (Hope Village Society). Es una ONG con sede en El Cairo que cuida a niños que viven en las calles. Su trayectoria es de aproximadamente 15 años y aliada con UNICEF desde el 2003.

Y nació con un único objetivo: proporcionar abrigo y protección a todos esos niños que sobreviven en las calles, sobretodo los huérfanos que deambulaban sin rumbo por los barrios más deprimidos de la ciudad. Además de disuadirles de los peligros y riesgos que conlleva vivir en esas circunstancias.
Con el paso del tiempo era urgente crear un centro de acogida y comenzaron con una guardería. Y así, poco a poco abrieron cada vez más casas por diferentes barrios marginales de la ciudad.


*Foto. Cuando Reza Deghati hizo esta fotografía en El Cairo, este niño trabajaba durante doce horas diarias seguidas, cada día de la semana, sin ver la luz del sol, sin tener tiempo jamás de jugar. Fabricaba vasijas bajo tierra para los turistas. Esta foto de Reza Deghati es de, 1991. Con mucho esfuerzo la realidad se está intentando cambiar.
Uno de los métodos de trabajo de Villa Esperanza que lleva a cabo es simple pero efectivo: implica llegar a los niños y niñas de la calle y explorar el potencial de cada uno de ellos. Cuando ven niños especialmente receptivos e inteligentes se les forma de tal forma que sean ellos mismos los que accedan a los chicos más desvalidos que han estado en la misma situación que ellos. Éstos aprenden nociones básicas de primeros auxilios y recorren las barriadas con un pequeño botiquín atendiendo diferentes heridas sencillas que si no se tratan puede convertirse en graves infecciones.
La ONG también hace frente con la educación sexual. Les advierten de los riesgos de las enfermedades de transmisión sexual y cómo pueden protegerse de una forma que puedan comprenderlo. Los niños que aún siguen prostituyéndose en la ciudad, muchos por un simple bocadillo, reciben normas básicas sanitarias para que al menos intenten no contagiarse con el VIH.

Con ayuda de la UNICEF y de otros patrocinadores, Villa Esperanza engloba muchos más proyectos llegando cada vez más a un número importante de chicas y chicos de la calle y lo que es admirable, hace que estos niños tengan una esperanza, un futuro de reincorporarse en la sociedad dignamente.

La creación de estos refugios de solidaridad y el trabajo de excepcionales personas hace de este mundo un lugar más soportable.
En nuestras manos queda para intentar cambiar realidades, ya sea colaborando con diferentes causas desde casa o participando activamente en organizaciones no gubernamentales.

Muchos se empeñan en decirnos que otro mundo no es posible. ¿Les vamos a creer?.

lunes, septiembre 10, 2007

La Ciudad de los Muertos.


En la ciudad de los muertos, donde crecen amapolas,
las mujeres tienden ropa sobre lápidas sin nombres,
los niños entre las tumbas juegan a salvar sus vidas
y se esconden de otros niños, del hambre o de escuadrones.
La ciudad de los muertos ya de mañana agoniza
y no hay quien les represente en las Naciones Unidas.
En todas las ciudades se habita un cementerio
donde se exilian los muertos.
En la ciudad de los muertos no se para el autobús,
cuando la parca se duerma el muerto cenará sin luz.
Un muerto que tirita porque allí siempre es invierno,
te ofrece un cigarrillo, te invita a su mausoleo.
Nadie les tiene en cuenta en el plan nacional,
ni al hacer las estadísticas del Banco Mundial.
En la ciudad de los muertos talaron todos los sauces, es terreno edificable.
La ciudad de los muertos está rebosando vida
y óxido todas las puertas, la alambrada que lo cerca.
El latido de los muertos ha cruzado la autopista
y está acechando tu casa, quiere sentarse en tu mesa.
Los muertos tan vivos habitarán los palacios, las calles y ministerios,
y los Fondos Monetarios. De carne y luz de otros tiempos vistieron sus esqueletos,
cansados ya de estar muertos, de habitar tu cementerio.


Mientras recuerdo la letra de esta gran canción de Ismael Serrano me dicen:

- "Ayer mismo unos niños apedrearon a unos turistas cuando iban en taxi en la Ciudad de los Muertos".
Oigo estas palabras de unos compañeros de viaje justo cuando emprendía mi ruta hacia ese mismo lugar.
Niños cansados de ser el espectáculo y la curiosidad de cientos de personas que se adentran en sus propias casas deciden tirar piedras a los turistas.

Aún es temprano y al final convencí a un taxista para que me llevara a esa parte de la ciudad donde las lápidas forman parte de la vida de ciento de familias cairotas.
El perfil del El Cairo se vislumbra apagado. Una gran capa gris se cierne por encima de las casas. Es la terrible contaminación que sufre la ciudad: unas diez veces superior al indicador global redefinido en octubre por la OMS, por lo tanto es de las primeras ciudades más contaminadas del mundo junto con Karachi, Nueva Delhi, Pekín, Katmandú y Lima.

Y por fin llego a la famosa “Ciudad de los Muertos”. Un lugar vacío de policía turística y zona evitada incluso por los habitantes de la ciudad.
La primera impresión es desoladora.


Este barrio marginal que es un gran cementerio fue construido por los antiguos esclavos guerreros, llamados los Mamelucos y son los propios huesos de estos combatientes los que están enterrados allí.
Con el paso del tiempo y a falta de vivienda, cientos de personas construyeron sus casas entre las lápidas o directamente dentro de las tumbas y panteones. Aproximadamente hay unas 50.000 personas las que viven en el interior de ellas.

Lo que más llama la atención nada más llegar a la ciudad son las infraviviendas existentes en pequeños barcos en el Nilo, o las paupérrimas chavolas construidas en las azoteas de los pisos. Muchos sin electricidad ni agua corriente.
Y así casi 15 millones de egipcios se ven obligados a llegar a estos extremos ante la penosa falta de un lugar en donde vivir.
Camino por pasillos polvorientos y observo como los vecinos han construido sus propios negocios y fábricas, hasta colegios.
Unas cuantas ovejas se pasean entre los panteones y los niños juegan entre las tumbas. Las mujeres tienden la ropa como pueden y la mezquita del barrio llama a la oración. Una simbiosis de la vida y de la muerte. Una ciudad dentro de otra ciudad.

Muchos niños, algunos harapientos, descalzos sonríen alegres y me piden el habitual euro mientras que se tocan la boca en señal de hambre.
El miedo a no llevarse algo al estómago supera con creces las típicas historias de terror que hablan de cementerios.
Muchas viviendas enganchan luz a cables eléctricos ilegalmente y desvían conducciones de agua. Y el sistema de alcantarillado deja mucho que desear, como la recogida de basuras, que es un gran problema, no sólo en La Ciudad de los Muertos, sino en todo El Cairo.

La letra de Ismael Serrano suena otra vez en mi cabeza. Es cierto, aquí no hay nadie quien les represente en las Naciones Unidas.
No hay nadie que se acuerde de ellos salvo en los folletos de excursiones opcionales
.
Y quizás somos nosotros los muertos, los que nos adentramos en su mundo de lápidas. Y a pesar de esa pobreza, los ojos de los niños están repletos de una vida que hacía mucho que no contemplaba.

miércoles, septiembre 05, 2007

Un euro, one euro, one dólar.

Oigo una voz infantil que me dice:- Un euro, un euro.
Es algo habitual. El euro. El tesoro occidental, la pepita de oro, el cáliz sagrado.
Él me mira, con una media sonrisa, es la mirada infantil que busca esa pequeña fortuna, una complicidad esperanzadora que le llene su mano con la ansida moneda.
Es un niño con ropas trabajadas durante días enteros, semanas interminables, sin infancia y aún así, sonriendo a la vida.
Su petición se funde con la llamada de los muecines desde los minaretes que cantan llamando a la oración.
Entre olores a especias, miradas inquietas de vendedores, él me sigue.
Es otro niño más de miles que recorren las calles de El Cairo, Egipto.
Muchos vagabundean, otros atraviesan las ensortijadas calles del Mercado Khan el Khalili trabajando con pesadas cargas en sus hombros, otros vendiendo baratijas a un euro y como el niño que demandaba mi atención ofreciéndome agua fresca para paliar el calor.

Este niño de ojos negros se adentra en las calles detrás de turistas, durante todo el día para sacar unas cuantas monedas. Puede ser la única fuente de ingresos que entra en casa.
Le observo, no es más que un niño. Debería estar jugando con mil historias imaginarias, debería corretear con una cometa, hacer aguadillas en la piscina con sus amigos, debería estar leyendo libros de aventuras o soñar con ser el mejor futbolista del mundo.


Pero un destino caprichoso, aleatorio, ha hecho que este niño nazca en una de las ciudades más pobladas del planeta, con casi unos 25 millones de habitantes, sólo en El Cairo, con un analfabetismo que ronda los 32,8 % en hombres y 56,4 % en mujeres, donde se practica la atroz mutilación genital femenina, ( Se calcula que en torno al 90 por ciento de mujeres en edad fértil ha sufrido esta operación en Egipto ) y donde el turismo es una de las principales fuentes de ingreso de divisas.

Y es así cómo cientos de niños, ya sea tanto en el sur del país como en el norte, se buscan la vida detrás de los occidentales.
Su sonrisa se funde con la mía, es un lenguaje universal y nos damos cuenta que no somos tan diferentes.
Pero su sonrisa es cansada. Es tarde y hoy apenas ha conseguido vender cuatro botellas en un día.

Entre el bullicio de cientos de personas y el caótico tráfico, pasan desapercibidos otro tipo de situación para muchos menores. Son los llamados niños de la calle. Según fuentes de UNICEF, estos niños pueden afectar a entre 100.000 y un millón de menores .

*Foto. Otro niño quiere venderme chocolatinas. Sentado en el ardiente asfalto me dice que es a un euro.


Además a primeros de año se ha reconocido crímenes como el secuestro, la violación y el asesinato de más de treinta niños vagabundos y esto ha hecho que la sociedad egipcia reconozca que el fenómeno de los 'niños de la calle' es mucho más grave de lo que se pensaba.

El niño que vende agua me das las botellas y en segundos desparece. Después le veo acercándose a un grupo de turistas. Algunos de ellos se apartan asustados al verle y sujetan con fuerza sus carteras.
Y con un acento chapurreado y esa suerte de superviviencia que da la calle comienza a gritar mientras sujeta las botellas:
- ¡¡¡ Un euro, One euro, one dólar!!!