Emma Thompson ha participado en una campaña para concienciar sobre el drama que sufren más de 4.000 mujeres sometidas al tráfico sexual en el Reino Unido. Y para eso, ha salido a la luz un vídeo en el que Emma Thompson aparece como una prostituta que se ve obligada a dormir hasta con 40 hombres por día. La campaña pretende presionar al Gobierno de Gordon Brown para que firme la Convención contra el Tráfico de Seres Humanos del Consejo de Europa, que ayudará a proteger a las mujeres para que no sufran este tipo de abusos.
Según fuentes de algunas organizaciones internacionales, oscilan entre 800.000 y 1,2 millones de seres humanos traficados anualmente en el mundo, 80 por ciento de los cuales son mujeres, sobretodo para fines de explotación sexual, y la mitad en edad infantil. Este "negocio" genera cada año en el mundo ganancias anuales por 12 mil millones de dólares.
Con esta cantidad sería posible garantizar el acceso a la educación primaria de todas las niñas y niños del mundo.
Quiero señalar de la crudeza de este vídeo.
Personalmente me pone la piel de gallina. Solamente con que hagamos un pequeño ejercicio empático hacia esa víctima que representa la actriz, sentiríamos la historia tan tremenda que puede soportar un ser humano, que como dice el anuncio, se pierde más que tu propio nombre.
Tan horrible es como que sigamos presenciando de vez en cuando estadísticas de mujeres obligadas a prostituirse con el cebo de llevar una vida mejor y sus familias que se quedan en sus países de origen gracias al supuesto sueldo que percibirán.
Y si aún pensáis que la esclavitud se abolió hace muchos años, estáis en un gravísimo error. Sigue la lacra del tráfico de personas, nada nuevo a través de la historia, pero cada vez más cruel y despiadado para un nuevo siglo en donde hemos avanzado en tecnología punta pero decaemos aún más como humanidad.