domingo, noviembre 09, 2008

La verdad.

A veces la vida vive encerrada en cuatro paredes carente de luz.
A veces, la vida es tan corta que tan siquiera ha comenzado.
No hay salida, el infierno nunca se ha ido porque siempre ha estado ahí.

A falta de una mayor investigación que determine exactamente qué padeció Estefanía durante su corta vida sólo pienso y me pregunto que rotura, fallo, fractura tiene el sistema que aún se permite que la muerte se acerque de forma brutal, sin deferencia a un menor. Una muerte desoladora, injusta que tontea con la infancia sin ningún indicio de contención por parte de los sistemas que nos aseguran el Estado de Bienestar.
Un desgarro social que ha sido incapaz de detener esos pasos que encamina a cualquier ser humano a la más absoluta locura.

A veces la verdad se esconde tímidamente, deseando ser descubierta para poder ser una llave que prevenga, cuide, mime a nuestros niños y niñas que viven en esas cuatro paredes sin ningún atisbo de luz.




Más:

12 comentarios:

Fran Invernoz dijo...

Con estos casos que ocurren no sabemos si falta educación, si falla la Administración o si cada uno de nosotros no hemos estado en estado de alerta para denunciar, para prevenir, para evitar tanta barbarie suelta que anda por ahí.

El Ente dijo...

Yo me sigo llevando las manos a la cabeza cada vez que salta una noticia como esta, que desgraciadamente son muchas.

Un beso Alicia.

PD: SE ME OLVIDO DEJARTE MI MAIL PARA LO DEL LIBRO.

entemilenario@gmail.com

JLuis dijo...

A mi en estos casos me faltan las palabras y la capacidad para comprender y asumir...

Me supera.

la-filistea dijo...

A mí me pasa exactamente lo de JLuis, me quedó sin palabras porque trato de buscar explicaciones.

Un abrazo fuerte Alicia. Sigues siendo mi inspiración.

Pedro dijo...

Ufff Creo que nos pasa a todos lo mismo :s

Qué verguenza, qué pena, qué todo :s

Anónimo dijo...

Que corta es la vida y que mente desquiciada en el cuerpo de un lobo con piel de cordero, desalmado que acabo con la vida de una niña inocente .Que ciega la sociedad que no denuncia estos casos. La verdad es que me horroriza sólo de pensarlo.

Esteban González García dijo...

No hay explicación posible, ni castigo que deshaga el mal causado.
En momentos así me puede la mala h. y reclamo la ley del talión. Que cada uno reciba lo que da. Ni reinsercion ni nada.

MATISEL dijo...

Hola, he descubiero tu blog a través de El Ente y me ha gustado mucho, te enlazo.

Besos

Anónimo dijo...

Llevamos tres semanas de desesperación -de los casos que sabemos..., ¿cuántos más habrá? : lapidación, corte de yugular violación...

A pesar de ello tu "...No hay salida, el infierno nunca se ha ido porque siempre ha estado ahí." es desesperanzador.

El infierno de locura siempre ha estado ahí, sí, y también el sensato respeto a lo ya existente y la apreciación por la vida. Este es mi enfoque, tarea individual que se extiende, como no dudo lo es de Lápices para la paz.

Un saludo Alicia. Gracias por traer tus palabras.

Alicia Mora dijo...

....cierto, post desesperanzador para este mundo de violencia. Siempre nos quedará un espacio para la cordura.
Un beso,

Anónimo dijo...

Estimada Alicia,

La noticia que traes a colación en tu post es terrible y, por más que no sea la primera vez que se escuche de un caso así, siempre incomprensible.

Pienso como tú, que habría que preguntarse qué está fallando en el sistema de nuestra sociedad.. que se dan estos hechos.

Qué hacer ante semejante violencia? Es una pregunta que sólo te deja un sentimiento sordo de impotencia..

Anónimo dijo...

No hay palabras para algo así.

El ser humano muestra a veces su rostro más terrible.

Lamentable, inhumano, desesperanzador.