domingo, marzo 14, 2010

Montaña de humo.

Fotografía ganadora de un accesit en el concurso 'Los derechos de la infancia vistos desde su altura'.Y el texto que la acompañaba... "En el vertedero de Phonm Phen todo resbala y todo ahoga, la injusticia y el humo me asfixian todavía, tanto tiempo después. Ella vive allí, condenada sin delito a buscar un pedazo de plástico, un cristal roto. Su recuerdo sigue aquí, clavado en mi memoria: un ángel perdido en el infierno". Jesús García Pastor.

Existe un vertedero llamado La montaña de humo que está en Phnom Penh, Camboya. Hogar para miles de familias que buscan entre la basura, día tras día. Muchos van descalzos, desnudos, sin guantes. Rebuscan entre los desperdicios para encontrar tesoros tales como chatarra, aluminio, plástico, papel, ropa, vidrio o cualquier otra cosa susceptible de ser vendida a las empresas vietnamitas que transportan la mercancía hasta las plantas de reciclaje situadas al otro lado de la frontera camboyana. Trabajan de sol a sol, envueltos en el manto de humo que desprenden las toneladas de inmundicias. Lo terrible es que cada día se hace más complicado encontrar algo de valor en esa montaña de humo debido a la crisis económica.

Son 40 hectáreas y más de 2.000 recolectores de plástico y metal, familias recién llegadas de las zonas rurales más pobres de Camboya, que todavía arrastra demasiadas consecuencias de la guerra.

Las fotografías de este reportaje intentan mostrar la cotidianeidad, el esfuerzo y la dignidad de sus habitantes pese a lo infernal del entorno, una montaña humeante y resbaladiza que crece al ritmo de las toneladas de basura que escupen los camiones. Una montaña de miseria en la que se puede perder un brazo o morir de asfixia; en la que, a veces, una niña puede encontrar un tesoro, un paraguas rojo. Un lugar en el que trabajar es clavar un garfio de metal en la impotencia. La ONG que está trabajando en la zona: http://www.pse.asso.fr/

5 comentarios:

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Impresionante reportaje. Trágico y doloroso también.

Montaña de humo

Volutas.
Palomas grises en el desconsuelo,
en la pobreza,
en la soledad.

Palomas infantiles con las alas cortadas,
bajo el humo,
con sus labios oscuros
abriendo la pregunta.

La pregunta se preña en la basura,
alfombra de los pies diminutos,
guante de los dedos volanderos.

Basura y humo,
como papel y lápiz
para escribir la pregunta
que no tiene respuesta.

Anónimo dijo...

Terrible y desolador..

Observador dijo...

Es triste y lamentable la situación de vida para estos niñ@s que llegarán a ser adultos y perpetuarán las condiciones insalubres en la que viven. Gracias a que hay ONGs que trabajan en la zona el futuro para est@s niñ@s puede ser diferente.

Alicia Mora dijo...

Hola Soledad, una preciosa poesía. Un abrazo

Natàlia Tàrraco dijo...

Soledad, bellísimo nombre, no estás sola, lo veo y me alegra. !Me apunto con lápiz, con letra, con foto, con esperanza e indignación, me apunto!
A este blog me apunto de cabeza como si me sumergiera en una mar de alegrías posibles. Bsito desde el Quinto pino.